
¿Desde dónde vives la vida?
Tener experiencias en las que nos sentimos agradecidos nos despierta a la vida, nos brinda descanso, nos aquieta y nos lleva al gozo. Pero, ¿somos realmente conscientes de la gratitud en nuestro día a día?
¿Qué es la gratitud?
Experimentamos gratitud cuando recibimos un bien o un favor. Nos sentimos contentos, con buen ánimo, al encontrar lo que anhelamos o al reconocer aquello que ya tenemos en nuestras vidas.
La gratitud en la vida cotidiana
Somos movidos a la gratitud cuando valoramos lo que se nos da y lo que poseemos en el presente. Sin embargo, también podemos decidir ignorarlo y enfocarnos en lo que nos falta. ¿Desde dónde eliges mirar la vida?
Si te preguntas:
- ¿Qué tengo en este momento?
- ¿Cuáles son mis recursos y capacidades actuales?
Podrás desarrollar una actitud de agradecimiento. En cambio, si tu enfoque está en lo que te falta, podrías quedar atrapado en una visión de escasez y carencia.
Beneficios de vivir con gratitud
Centrar nuestra atención en lo que ya existe nos permite:
- Disfrutar de la naturaleza y los pequeños detalles.
- Reconocer nuestras habilidades y logros.
- Sentirnos valiosos/as y motivados/as para compartir y enriquecer nuestro entorno.
Cuando enfocamos nuestra energía en lo que tenemos, despertamos nuevas posibilidades y encontramos aliento para crecer.
Bloqueos que nos impiden vivir en gratitud
Nos cerramos a la gratitud cuando dejamos de observar lo que es real y nos enfocamos solo en lo que nos falta. Mirar la vida desde la carencia nos aleja del presente y nos impide valorar lo que tenemos.
Consecuencias de no practicar la gratitud
Cuando nos enfocamos en lo que no tenemos:
- Caemos en la insatisfacción constante.
- Nos sentimos atrapados en una rueda de esfuerzo incesante por alcanzar algo más.
- Nos invaden la queja y el juicio hacia nosotros mismos y hacia los demás.
- Experimentamos desánimo, ansiedad, tristeza o incluso miedo.
Si constantemente nos decimos «no soy suficiente» o «no tengo lo que necesito», perdemos de vista nuestras fortalezas y dones.
Sugerencias para cultivar la gratitud
¿Es posible cambiar nuestra perspectiva y ver el vaso medio lleno? Sí, y aquí hay algunas formas de lograrlo:
- Ejercita la gratitud: Cada día, haz una lista de las cosas por las que te sientes agradecido/a.
- Rodéate de personas agradecidas: La gratitud y el buen ánimo son contagiosos.
- Comparte tus talentos: Busca entornos donde puedas aportar con tus habilidades.
- Cambia tu enfoque: Deja de concentrarte en lo que falta y pon atención en lo que ya tienes.
- Aprecia los detalles: Encuentra alegría en las pequeñas bendiciones diarias.
La vida nos ofrece valiosas oportunidades y recursos. Aprendamos a reconocerlos, aprovecharlos y compartirlos.
Mi consejo para ti
Cada persona puede elegir desde dónde vivir la vida: desde la escasez o desde la abundancia. Apreciar nuestras riquezas, dones y también nuestras limitaciones nos permite abrazarnos con autenticidad y plenitud.
Vivir con gratitud nos centra, nos llena de gozo y nos abre al mundo real.
Y tú, ¿desde dónde eliges vivir la vida?
Elisa C. Garrido Carrión